Categorías
Consejos
(14)
¿Sabías qué?
(14)
¿Qué es...?
(6)
28 Poesías de Colores
(4)
¿Quién es quién?
(4)
Lolita
(2)
Presentaciones y Talleres
(2)
SaberMás
(2)
Noticias y Novedades
(1)
¿Quienes somos?
(1)
jueves, 27 de marzo de 2014
ACERCÁNDONOS AL TEATRO
Acercándonos al teatro
El teatro es una rama de las artes escénicas que consiste en la representación o actuación de historias en frente del público, usando para estos fines el habla, gestos, la mímica, la danza, la música y otros elementos. Pero el teatro es mucho más y no sólo está sujeto a diálogos, también tienen cabida la mímica, las marionetas, la ópera y el ballet.
La palabra teatro viene del griego "theatron", que significa "lugar para ver" o "lugar para contemplar".
Los orígenes del teatro se encuentran en la unión de antiguos rituales sagrados para asegurar una buena caza o temporada agrícola, y que se celebraban con la música y la danza. Entre el segundo y el primer milenio antes de Cristo, en el Antiguo Egipto ya se representaban dramas sobre la muerte y la vida, usando máscaras durante la dramatización.
Durante el siglo V A.C, en Grecia, se sentaron las bases de lo que vendrían a ser los modelos tradicionales de la tragedia y la comedia en occidente. Al comienzo las obras fueron representadas con un actor y un coro, pero autores como Esquilo y Sófocles comenzaron a hacer teatro con más actores, lo que a su vez llevó a construir los grandes teatros de piedra sobre las faldas de las colinas.
Ya en esa época se utilizaban una especie de camarines llamados "skené", en donde los actores se vestían y cambiaban de trajes. Además se empleaban algunos "efectos" básicos como máscaras y disfraces. Los géneros clásicos que desarrollaron los Griegos son la tragedia (temas relacionados con sus héroes y Dioses, de gran contenido emocional), y la comedia, ya que en ese entonces les gustaba ridiculizar a los políticos y personajes famosos.
También encontramos al teatro en las antiguas civilizaciones de Asia: China, Japón y la India, en donde tomó un carácter sagrado cargado de profundos simbolismos, y en donde además se utilizó ampliamente y de manera integral la música y la danza.
También en la América prehispánica existió el teatro, por ejemplo entre los Incas y Aztecas, que lo utilizaron con fines principalmente religiosos y relacionados con la guerra y la agricultura.
Entre los diferentes géneros del teatro encontramos los musicales, la comedia, la farsa, la pantomima, la comedia romántica, la tragedia, la fantasía, la ópera, el teatro del absurdo y otras muchas formas, tanto tradicionales como experimentales.
En la actualidad, la realidad más dramática que se vive en las calles —la de los recortes, los desahucios y la corrupción— es la que se sube con pasión a las tablas. Desde allí, ante 40, 100 o 700 butacas, las tragedias humanas salpican con mayor intensidad que desde los medios de comunicación. La proximidad de los actores propicia que las historias “conmuevan, transformen y provoquen respuestas”.
El 27 de marzo se celebra el Día Mundial del Teatro
En 1961, el Instituto Internacional del Teatro crea el Día Mundial del Teatro. Desde entonces son muchos los eventos teatrales nacionales e internacionales que se organizan para conmemorar este día.
Uno de los más importantes es el “Mensaje Internacional del Día Mundial del Teatro”, donde una figura de talla mundial comparte sus reflexiones sobre el teatro y la cultura.
El primer mensaje fue escrito por Jean Cocteau (Francia) en 1962.
Este mensaje se traduce en más de 20 idiomas y es leído por decenas de miles de espectadores antes de las presentaciones en teatros de todo el mundo, e impreso en cientos de diarios. Y a nivel audiovisual, son muchas las cadenas de radio y televisión que hacen llegar el mensaje a todos los rincones de los cinco continentes.
Mensaje de Brett Bailey para el Día Mundial del teatro 2014
“Donde quiera que haya sociedad humana, el irreprimible Espíritu de la Representación se manifiesta.
Bajo los árboles de pequeñas aldeas y sobre sofisticados escenarios en grandes metrópolis; en salones de actos de colegios y en campos y en templos; en suburbios, en plazas públicas, en centros cívicos y en los subsuelos de las ciudades, la gente se reúne en comunión en torno a los efímeros mundos teatrales que creamos para expresar nuestra complejidad humana, nuestra diversidad, nuestra vulnerabilidad, en carne y hueso, aliento y voz.
Nos reunimos para llorar y para recordar; para reír y contemplar; para aprender, afirmar e imaginar.
Para maravillarnos ante la destreza técnica, y para encarnar dioses. Para dejarnos sin respiración ante nuestra capacidad de belleza, compasión y monstruosidad. Vamos para llenarnos de energía y poder. Para celebrar la riqueza de nuestras diferentes culturas y para hacer desaparecer las barreras que nos dividen.
Donde quiera que haya sociedad humana, el irreprimible Espíritu de la Representación se manifiesta.
Nacido de la comunidad, lleva puestas las máscaras y vestimentas de nuestras distintas tradiciones.
Utiliza nuestras lenguas, ritmos y gestos, y abre un espacio entre nosotros.
Y nosotros, los artistas que trabajamos con este antiguo espíritu, nos sentimos impulsados a canalizarlo a través de nuestros corazones, nuestras ideas y nuestros cuerpos para revelar nuestras realidades en toda su cotidianeidad y su rutilante misterio.
Pero en esta época en la que tantos millones de personas luchan por sobrevivir, sufren bajo regímenes opresivos y el capitalismo depredador, huyen del conflicto y la escasez; en la que nuestra privacidad es invadida por servicios secretos y nuestras palabras censuradas por gobiernos intrusivos; en la que se aniquilan los bosques, se exterminan especies y se envenenan los océanos: ¿Qué nos sentimos impulsados a revelar?
En este mundo de poder desigual, en el que distintos órdenes hegemónicos intentan convencernos de que una nación, una raza, un género, una preferencia sexual, una religión, una ideología, un marco cultural es superior al resto, ¿se puede realmente defender la idea de que las artes deberían apartarse de las agendas sociales?
Nosotros, los artistas de escenarios y ágoras, ¿nos conformamos con las demandas asépticas del mercado, o utilizamos el poder que tenemos: para abrir un espacio en los corazones y las mentes de la sociedad, para reunir gente a nuestro alrededor, para inspirar, maravillar e informar, y para crear un mundo de esperanza y colaboración sincera?”
Más de 200 actividades para celebrar La Noche de los Teatros
Un año más, la Comunidad de Madrid vuelve a celebrar La Noche de los Teatros. Se cumple de esta manera la VII edición de esta iniciativa, que se inició en 2007 con el objetivo de impulsar y dinamizar las artes escénicas.
Más de 200 actividades en 118 espacios de la región, entre teatros, salas e instituciones culturales, además de propuestas escénicas al aire libre en ocho enclaves de la ciudad y DESCUENTOS DEL 50%.
En La Noche de los Teatros se podrá disfrutar de un amplio programa de representaciones y actividades en 85 espacios escénicos, en 25 instituciones culturales y en ocho espacios al aire libre. La oferta incluye un total de 97 funciones, que tendrán lugar en escenarios de Madrid capital y otros municipios de la región. Además, el público podrá acceder a descuentos de hasta el 50% en el precio de las entradas para este día.
viernes, 21 de marzo de 2014
BENEFICIOS DE LEER POESÍA DESDE PEQUEÑOS
BENEFICIOS DE LEER POESÍA DESDE LA INFANCIA
Los expertos han descubierto que la poesía "es más útil que los libros de autoayuda” ya que afecta al hemisferio derecho del cerebro, donde se almacenan los recuerdos autobiográficos, y ayuda a reflexionar sobre ellos y entenderlos desde otra perspectiva.
"La poesía no es sólo una cuestión de estilo. La descripción profunda de experiencias añade elementos emocionales y biográficos al conocimiento cognitivo que ya poseemos de nuestros recuerdos"
Esos estímulos se mantienen durante un tiempo, potenciando la atención del individuo, ya que la actividad se "dispara" cuando el lector encuentra palabras inusuales o frases con una estructura semántica compleja, pero no reacciona cuando ese mismo contenido se expresa con fórmulas de uso diario.
Cuando hablamos de poesía muchos podrían pensar que es simplemente una manera bonita de decir las cosas, pero la poesía es algo más. Quizás sean los niños los que primero perciben ese algo más. Perciben que la poesía es también ritmo, movimiento, estética, creatividad...
Los educadores (tanto los padres como los que nos dedicamos profesionalmente a ello) sabemos que no basta un desarrollo cognitivo de los niños en la escuela, sino que debemos fomentar también un desarrollo afectivo que propicie un desarrollo integral de sus capacidades y logre un aprendizaje significativo de todas ellas. Y es aquí donde gracias a la poseía encontramos ese elemento clave para la educación de los niños. En sí misma es un recurso integral, en cuanto que unifica diferentes conocimientos, tanto cognitivos como afectivos que la llevan a ser una pieza fundamental de la educación, el recurso ideal para estas edades.
Ya desde los primeros años utilizamos la poesía como medio de expresión para facilitar a los niños el proceso comunicativo. Lo más sorprendente es que se ha hecho desde siempre; seguramente, de forma inconsciente, por ejemplo, cuando se le canta una nana a un recién nacido. Ya desde entonces partimos del ritmo, algo innato en nosotros pero que debemos enseñar a apreciarlo. La poesía lo aprovecha para desarrollar las habilidades comunicativas a través de la expresión verbal de sus rimas.
Las primeras necesidades de los niños que se deben educar son sus habilidades comunicativas - sin comunicación no puede haber aprendizaje, ya que el hombre es un ser social por naturaleza - con diferentes medios de expresión de lenguaje verbal, corporal, con la musicalidad que la poesía introduce, con su sentido estético, que proporciona una percepción del entorno necesaria para saber interactuar con él y comunicarse.
La poesía es el recurso educativo por excelencia en infantil, donde se fomentan multitud de valores estéticos necesarios para un desarrollo correcto e integral de los niños. A medida que van creciendo hay que utilizar igualmente la poesía, porque también hay que potenciar la memoria auditiva, visual, rítmica...
Los niños son capaces de utilizar cualquier tipo de vocabulario, muchas veces su manera tan infantil de hablar es porque nosotros les condicionamos para que hablen así.
Y es aquí donde podemos ayudarnos de la poesía para que su vocabulario sea muchísimo más rico y para que empiecen a utilizarlo. Por eso no puede quedarse en un mero recitar de poemas o una simple memorización, hay que animarles y ayudarles a que ese vocabulario lo hagan suyo y lo utilicen de manera habitual, por ejemplo, dramatizándolas, creándolas ellos mismos a partir de un tema o de una situación cotidiana.
Se utiliza la poesía como fuente motivadora, como animación a la lectura, porque los niños nacen con esa capacidad poética, con esa estética manera de expresarse. Nacen con ello y eso hace que les resulte más fácil apreciarla y desarrollarla. La poesía es un torrente de rebeldía, de apertura de nuevas ideas, imaginación poderosa que logrará esa educación que pretendemos: el aprender a aprender de las nuevas competencias.
"Lo más importante para cualquier artista es aprender a mirar. La poesía nace de una mirada porque los versos, las metáforas, los adjetivos precisos, las palabras mágicas, los juegos y los cambios de sentido son una forma especial de ver el mundo."
(Luis García Montero, de su libro: "Lecciones de poesía para niños inquietos".)
Los expertos han descubierto que la poesía "es más útil que los libros de autoayuda” ya que afecta al hemisferio derecho del cerebro, donde se almacenan los recuerdos autobiográficos, y ayuda a reflexionar sobre ellos y entenderlos desde otra perspectiva.
"La poesía no es sólo una cuestión de estilo. La descripción profunda de experiencias añade elementos emocionales y biográficos al conocimiento cognitivo que ya poseemos de nuestros recuerdos"
Esos estímulos se mantienen durante un tiempo, potenciando la atención del individuo, ya que la actividad se "dispara" cuando el lector encuentra palabras inusuales o frases con una estructura semántica compleja, pero no reacciona cuando ese mismo contenido se expresa con fórmulas de uso diario.
Cuando hablamos de poesía muchos podrían pensar que es simplemente una manera bonita de decir las cosas, pero la poesía es algo más. Quizás sean los niños los que primero perciben ese algo más. Perciben que la poesía es también ritmo, movimiento, estética, creatividad...
Los educadores (tanto los padres como los que nos dedicamos profesionalmente a ello) sabemos que no basta un desarrollo cognitivo de los niños en la escuela, sino que debemos fomentar también un desarrollo afectivo que propicie un desarrollo integral de sus capacidades y logre un aprendizaje significativo de todas ellas. Y es aquí donde gracias a la poseía encontramos ese elemento clave para la educación de los niños. En sí misma es un recurso integral, en cuanto que unifica diferentes conocimientos, tanto cognitivos como afectivos que la llevan a ser una pieza fundamental de la educación, el recurso ideal para estas edades.
Ya desde los primeros años utilizamos la poesía como medio de expresión para facilitar a los niños el proceso comunicativo. Lo más sorprendente es que se ha hecho desde siempre; seguramente, de forma inconsciente, por ejemplo, cuando se le canta una nana a un recién nacido. Ya desde entonces partimos del ritmo, algo innato en nosotros pero que debemos enseñar a apreciarlo. La poesía lo aprovecha para desarrollar las habilidades comunicativas a través de la expresión verbal de sus rimas.
Las primeras necesidades de los niños que se deben educar son sus habilidades comunicativas - sin comunicación no puede haber aprendizaje, ya que el hombre es un ser social por naturaleza - con diferentes medios de expresión de lenguaje verbal, corporal, con la musicalidad que la poesía introduce, con su sentido estético, que proporciona una percepción del entorno necesaria para saber interactuar con él y comunicarse.
La poesía es el recurso educativo por excelencia en infantil, donde se fomentan multitud de valores estéticos necesarios para un desarrollo correcto e integral de los niños. A medida que van creciendo hay que utilizar igualmente la poesía, porque también hay que potenciar la memoria auditiva, visual, rítmica...
Los niños son capaces de utilizar cualquier tipo de vocabulario, muchas veces su manera tan infantil de hablar es porque nosotros les condicionamos para que hablen así.
Y es aquí donde podemos ayudarnos de la poesía para que su vocabulario sea muchísimo más rico y para que empiecen a utilizarlo. Por eso no puede quedarse en un mero recitar de poemas o una simple memorización, hay que animarles y ayudarles a que ese vocabulario lo hagan suyo y lo utilicen de manera habitual, por ejemplo, dramatizándolas, creándolas ellos mismos a partir de un tema o de una situación cotidiana.
Se utiliza la poesía como fuente motivadora, como animación a la lectura, porque los niños nacen con esa capacidad poética, con esa estética manera de expresarse. Nacen con ello y eso hace que les resulte más fácil apreciarla y desarrollarla. La poesía es un torrente de rebeldía, de apertura de nuevas ideas, imaginación poderosa que logrará esa educación que pretendemos: el aprender a aprender de las nuevas competencias.
"Lo más importante para cualquier artista es aprender a mirar. La poesía nace de una mirada porque los versos, las metáforas, los adjetivos precisos, las palabras mágicas, los juegos y los cambios de sentido son una forma especial de ver el mundo."
(Luis García Montero, de su libro: "Lecciones de poesía para niños inquietos".)
lunes, 17 de marzo de 2014
HISTORIAS CURIOSAS SOBRE EL DÍA DEL PADRE
HISTORIAS DEL DÍA DEL PADRE
Conmemorar el amor a los padres una vez al año se ha convertido en algo habitual en nuestro tiempo. A pesar de la costumbre de celebrar el día del Padre con un regalo, esta festividad no tiene un origen comercial.
El verdadero origen del 'Día del Padre' surge el 19 de junio de 1909 en Estados Unidos cuando una mujer llamada Sonora Smart Dodd quiso homenajear a su padre, Henry Jackson Smart. Este veterano de la guerra civil se convirtió en viudo cuando su esposa (la madre de Sonora Smart Dodd) murió en el parto de su sexto hijo. Fue en una granja rural en el estado de Washington donde Henry Jackson se hizo cargo de la educación de seis niños. Sonora Smart se dio cuenta de que su padre había sido todo un ejemplo a seguir y propuso la fecha del nacimiento de su padre, el 19 de junio, para celebrar el Día del Padre.
La idea de instituir un “Día del Padre” fue acogida con entusiasmo por muchas personas en diversos condados y ciudades, pero no fue hasta 1924 cuando el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea de establecer un día nacional del padre. En 1966 el presidente Lyndon Johnson firmó una proclamación que declaraba el tercer domingo de junio como día del padre en Estados Unidos.
Esta festividad se celebra en la mayoría del continente americano el tercer domingo de junio. La fecha cambia en los países de origen católico, como el caso de España, que se relaciona el Día del Padre con la Festividad de San José, padre de Jesús de Nazaret, que se celebra el 19 de marzo.
El motivo de que ese día también se celebre el día del padre es el carácter que se le da a San José como buen padre y protector.
Es típico representar a San José como un hombre mayor y con un cayado del que nacen flores en su extremo.
El motivo de que a los Josés se les conozca también como Pepes, es que, al no ser el padre biológico de Jesús era por tanto su padre putativo, y en las diversas pinturas, esculturas o en las escrituras que encontramos sobre él, se añadía tras su nombre las iniciales PP (padre putativo).
En la época moderna, muchos países europeos como España, Italia y Portugal se acogen a esta fecha para celebrar el día del padre.
La figura paterna también ha sido blanco de reflexión para las grandes personalidades como Adolfo Kolping: “A los padres de familia verdaderamente felices no se los encuentra con frecuencia en los bares”.
O el escritor Mark Twain: “Cuando yo tenía catorce años, mi padre era tan ignorante que no podía soportarle. Pero cuando cumplí los veintiuno, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años”.
Al igual que las fechas de otras celebraciones como el día del niño, el Día del Padre se celebra en distintos momentos del calendario según el país de que se trate, por ejemplo, en Corea lo festejan el 8 de marzo, el mismo día en que festejan el día de la madre.
El Día del Padre también cambia su manera de celebrarse de acuerdo con la nación, en Alemania, este día se celebra de dos formas distintas, pues tienen el Vatertag, celebrado el 21 de mayo, día en que se conmemora la Ascensión de Jesús y es festivo en todo el país, por otro, está el Herrentag, fecha en que los varones suben a una montaña con carros cargados de vino, cerveza y comida típica de la región.
En Argentina, la primera vez que se celebró el día del padre fue el 24 de agosto de 1958, la fiesta fue realizada en honor al "Padre de la Patria", José de San Martín, sin embargo, en la actualidad también celebran el día del padre en el tercer domingo de junio.
Otros países que celebran el Día del Padre en fechas distintas son Australia (7 de septiembre), Letonia (14 de septiembre) Finlandia y Suecia (8 de noviembre), Brasil (6 de agosto) y Rusia (23 de febrero), aunque la lista continúa.
LA FIGURA DE PAPÁ
Tenemos que comprender el papel que muchas veces se le asigna a nuestro padre, un papel un tanto distante, severo...
¿Quién de nosotros no ha escuchado a su madre decir alguna vez? "Se lo voy a decir a tu padre cuando llegue"...
Y uno se siente temeroso pero a la vez espera ansioso el regreso del padre y cuando por fin lo ves llegar,
ya no temes el regaño, lo que esperas anheloso,
es su abrazo protector.
Gracias a todos ellos, a nuestros padres.
Felicidades a los hijos que lo han disfrutado toda su vida, a los que lo tuvieron poco tiempo, pero fue muy intenso ese transcurrir,
a los que por las circunstancias tuvieron que crecer sin ellos a su lado. No hay que juzgar, sino disfrutar y celebrar el Día del Padre, cuyo amor, junto con el amor de las madres, hacen nuestra vida Feliz.
Por eso, el mejor regalo para nuestros papás…
Colección "En Familia"
Conmemorar el amor a los padres una vez al año se ha convertido en algo habitual en nuestro tiempo. A pesar de la costumbre de celebrar el día del Padre con un regalo, esta festividad no tiene un origen comercial.
El verdadero origen del 'Día del Padre' surge el 19 de junio de 1909 en Estados Unidos cuando una mujer llamada Sonora Smart Dodd quiso homenajear a su padre, Henry Jackson Smart. Este veterano de la guerra civil se convirtió en viudo cuando su esposa (la madre de Sonora Smart Dodd) murió en el parto de su sexto hijo. Fue en una granja rural en el estado de Washington donde Henry Jackson se hizo cargo de la educación de seis niños. Sonora Smart se dio cuenta de que su padre había sido todo un ejemplo a seguir y propuso la fecha del nacimiento de su padre, el 19 de junio, para celebrar el Día del Padre.
La idea de instituir un “Día del Padre” fue acogida con entusiasmo por muchas personas en diversos condados y ciudades, pero no fue hasta 1924 cuando el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea de establecer un día nacional del padre. En 1966 el presidente Lyndon Johnson firmó una proclamación que declaraba el tercer domingo de junio como día del padre en Estados Unidos.
Esta festividad se celebra en la mayoría del continente americano el tercer domingo de junio. La fecha cambia en los países de origen católico, como el caso de España, que se relaciona el Día del Padre con la Festividad de San José, padre de Jesús de Nazaret, que se celebra el 19 de marzo.
El motivo de que ese día también se celebre el día del padre es el carácter que se le da a San José como buen padre y protector.
Es típico representar a San José como un hombre mayor y con un cayado del que nacen flores en su extremo.
El motivo de que a los Josés se les conozca también como Pepes, es que, al no ser el padre biológico de Jesús era por tanto su padre putativo, y en las diversas pinturas, esculturas o en las escrituras que encontramos sobre él, se añadía tras su nombre las iniciales PP (padre putativo).
En la época moderna, muchos países europeos como España, Italia y Portugal se acogen a esta fecha para celebrar el día del padre.
La figura paterna también ha sido blanco de reflexión para las grandes personalidades como Adolfo Kolping: “A los padres de familia verdaderamente felices no se los encuentra con frecuencia en los bares”.
O el escritor Mark Twain: “Cuando yo tenía catorce años, mi padre era tan ignorante que no podía soportarle. Pero cuando cumplí los veintiuno, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años”.
Al igual que las fechas de otras celebraciones como el día del niño, el Día del Padre se celebra en distintos momentos del calendario según el país de que se trate, por ejemplo, en Corea lo festejan el 8 de marzo, el mismo día en que festejan el día de la madre.
El Día del Padre también cambia su manera de celebrarse de acuerdo con la nación, en Alemania, este día se celebra de dos formas distintas, pues tienen el Vatertag, celebrado el 21 de mayo, día en que se conmemora la Ascensión de Jesús y es festivo en todo el país, por otro, está el Herrentag, fecha en que los varones suben a una montaña con carros cargados de vino, cerveza y comida típica de la región.
En Argentina, la primera vez que se celebró el día del padre fue el 24 de agosto de 1958, la fiesta fue realizada en honor al "Padre de la Patria", José de San Martín, sin embargo, en la actualidad también celebran el día del padre en el tercer domingo de junio.
Otros países que celebran el Día del Padre en fechas distintas son Australia (7 de septiembre), Letonia (14 de septiembre) Finlandia y Suecia (8 de noviembre), Brasil (6 de agosto) y Rusia (23 de febrero), aunque la lista continúa.
LA FIGURA DE PAPÁ
Tenemos que comprender el papel que muchas veces se le asigna a nuestro padre, un papel un tanto distante, severo...
¿Quién de nosotros no ha escuchado a su madre decir alguna vez? "Se lo voy a decir a tu padre cuando llegue"...
Y uno se siente temeroso pero a la vez espera ansioso el regreso del padre y cuando por fin lo ves llegar,
ya no temes el regaño, lo que esperas anheloso,
es su abrazo protector.
Gracias a todos ellos, a nuestros padres.
Felicidades a los hijos que lo han disfrutado toda su vida, a los que lo tuvieron poco tiempo, pero fue muy intenso ese transcurrir,
a los que por las circunstancias tuvieron que crecer sin ellos a su lado. No hay que juzgar, sino disfrutar y celebrar el Día del Padre, cuyo amor, junto con el amor de las madres, hacen nuestra vida Feliz.
Por eso, el mejor regalo para nuestros papás…
Colección "En Familia"
martes, 4 de marzo de 2014
LA IMPORTANCIA DE LOS ABUELOS EN NUESTRAS VIDAS
¡Al rescate de los abuelos!
Algunos cambios sociales y las condiciones actuales de vida están marcando la función de los abuelos dentro de la familia. Es indudable el importante papel que los abuelos tienen en la vida de los niños. Gracias al aumento de la longevidad, actualmente hay más personas que nunca con posibilidad de ser abuelos, y de serlo por más tiempo. Sin embargo, diversos factores sociales hacen que a menudo se desaproveche su valiosa contribución a la vida familiar.
La memoria familiar
Los abuelos ocupan un lugar destacado en la vida de los niños. Según el psiquiatra infantil Kornhaber, "para un niño, sólo los padres están por encima de los abuelos en la jerarquía del afecto".
Los abuelos son como "libros vivientes y archivos de la familia", dice Kornhaber. Transmiten experiencia a sus nietos y les inculcan valores. Esta función es especialmente importante en la actualidad, ya que, al pertenecer a una generación en que había menos divorcios y más familias numerosas, los abuelos están en condiciones de "ayudar a los padres y a los nietos a comprender principios hoy olvidados con demasiada frecuencia, y sin embargo esenciales para una buena vida familiar. En pocas palabras "se aprende más de diez abuelos que de diez expertos en temas familiares."
En particular, los abuelos pueden ser excelentes transmisores de la herencia familiar. Para los niños, los abuelos son símbolos vivientes de la tradición y de la trascendencia.
Por desgracia, las nuevas tendencias sociales y familiares privan a muchos niños de los abuelos. En primer lugar, a causa de la brusca caída de la fertilidad, un gran número de personas mayores tienen pocos nietos o ninguno. Y se observa también que los hijos únicos -muy frecuentes ahora- suelen tener a su vez un solo hijo. En opinión de algunos estudiosos, esta escasez de nietos puede tener efectos educativos perjudiciales, al provocar en los abuelos demasiada competencia por el afecto y la atención de los niños.
El problema se complica con el divorcio o la separación. Cuando los padres se separan, los niños pierden dos abuelos, generalmente paternos, ya que suele ser la madre la que se queda con los hijos. Para la madre divorciada, la ruptura con el marido lleva naturalmente a cortar la relación con los suegros, como parte de su deseo de enterrar los antiguos vínculos. Así, es frecuente que la madre impida que los padres del ex marido visiten a sus nietos. Lo que resulta doloroso para los abuelos paternos y para los niños, que siguen ligados con lazos de sangre y se siguen queriendo.
Los abuelos maternos están en otro caso. Muchas veces han de llenar el vacío creado por la desaparición del padre al producirse el divorcio. Cuando unos abuelos ejercen las funciones que normalmente corresponden al padre, se crea una situación ambigua. Para el niño, los abuelos son objeto de cariño particular y están investidos de una autoridad distinta de la del padre. Si se mezclan los papeles, el niño parece tener unos abuelos demasiado enérgicos o unos "padres" excesivamente blandos.
Vivir en las afueras
Ahora es más difícil que los abuelos vivan cerca de sus nietos. Las distancias hacen que la familia nuclear lleve una vida separada de los demás parientes. A menudo los abuelos están tan lejos que no pueden visitar a los nietos de forma más o menos regular. Las visitas periódicas no son suficientes para que los abuelos lleguen a formar parte de la vida diaria de la familia, por lo que se convierten en algo parecido a los actos sociales, como las reuniones con los amigos.
Los abuelos tienen la posibilidad de llenar los últimos años de su vida con una tarea muy útil y satisfactoria: dedicarse a sus hijos y nietos. Por eso, los padres deberían tener en cuenta el factor de la proximidad de los abuelos a la hora de fijar su residencia. Conviene también "apagar más a menudo la televisión y el video para que los nietos puedan escuchar historias narradas por los abuelos". Hay que hacer un sitio a los abuelos en los planes familiares, para que compartan con los nietos las vacaciones, los días de fiesta y planes familiares.
Hoy los abuelos son más necesarios que nunca. Su ayuda puede ser especialmente valiosa para los matrimonios jóvenes que necesitan dos sueldos. Pero los abuelos son mucho más que una buena guardería: son un eficaz complemento de la tarea educativa de los padres, ya que la asignatura que imparte el abuelo no se enseña en ningún otro sitio.
Los abuelos juegan un papel fundamental como sostén de las familias
Más del 50% de los abuelos cuidan de sus nietos a diario
El 22% pasa más de siete hora al día con ellos
La dedicación familiar de los abuelos contribuye de forma decisiva en tiempos de crisis. Afrontan el sostenimiento monetario y educan a los nietos. Para muchos el cuidado de los niños es una obligación. Y reciben el calor, el cariño y la compañía de sus nietos a los que crían mientras sus padres trabajan.
No sólo ayudan al cuidado de los nietos cuando sus padres están trabajando, también ayudan económicamente a sus familias.
Ocho de cada diez españoles considera que, sin la ayuda de muchos abuelos y abuelas, no podría sostenerse el actual modelo social.
La excesiva responsabilidad les puede hacer vivir un sentimiento entre la felicidad y el agobio
Los abuelos y abuelas se sienten divididos entre el disfrute que les produce poder pasar tiempo con sus nietos y la excesiva responsabilidad que exige su cuidado y educación.
Además, temen que tras cuidar hijos y nietos durante su vida "nadie se preocupe de cuidarlos a ellos" si lo necesitan.
Las nuevas exigencias en las familias con más dificultades económicas, hace que la teoría clásica del cuidado de los nietos, que indica que los padres educan y los abuelos 'malcrían, haya tenido que revisarse. De este modo, los abuelos asumen, en muchos casos, un nuevo rol en la educación convirtiéndose en inevitable "colchón" en estas familias con dificultades para contratar guarderías o canguros para los hijos.
Así, ante el nuevo rol, el disfrute de la educación puede "agobiar o abrumar" a los abuelos por la sensación que se produce de "una vida hipotecada" y, sobre todo, por la falta de certeza de saber qué piden los hijos cuando dejan a los nietos con sus abuelos: "Dejan a los hijos a su cuidado pero, generalmente, no piden que se eduquen de una u otra forma, por lo que los abuelos no saben a qué atenerse". Esto hace que los abuelos no sepan si aplicar sus propios criterios educativos, los de los padres o consensuarlos.
Por ello, con el objetivo de evitar la sensación de agobio que se produce en muchos abuelos encargados de la educación de los hijos, hay que defender la "necesidad de reivindicar lo propio", como el derecho a contactar con los nietos por disfrute y no sólo para su cuidado, y la "necesidad de marcar límites", salvando tiempo propio para realizar otras actividades y ayudando a cuidar los nietos para que los hijos "vivan", pero no "para que vivan mejor".
Algunos cambios sociales y las condiciones actuales de vida están marcando la función de los abuelos dentro de la familia. Es indudable el importante papel que los abuelos tienen en la vida de los niños. Gracias al aumento de la longevidad, actualmente hay más personas que nunca con posibilidad de ser abuelos, y de serlo por más tiempo. Sin embargo, diversos factores sociales hacen que a menudo se desaproveche su valiosa contribución a la vida familiar.
La memoria familiar
Los abuelos ocupan un lugar destacado en la vida de los niños. Según el psiquiatra infantil Kornhaber, "para un niño, sólo los padres están por encima de los abuelos en la jerarquía del afecto".
Los abuelos son como "libros vivientes y archivos de la familia", dice Kornhaber. Transmiten experiencia a sus nietos y les inculcan valores. Esta función es especialmente importante en la actualidad, ya que, al pertenecer a una generación en que había menos divorcios y más familias numerosas, los abuelos están en condiciones de "ayudar a los padres y a los nietos a comprender principios hoy olvidados con demasiada frecuencia, y sin embargo esenciales para una buena vida familiar. En pocas palabras "se aprende más de diez abuelos que de diez expertos en temas familiares."
En particular, los abuelos pueden ser excelentes transmisores de la herencia familiar. Para los niños, los abuelos son símbolos vivientes de la tradición y de la trascendencia.
Por desgracia, las nuevas tendencias sociales y familiares privan a muchos niños de los abuelos. En primer lugar, a causa de la brusca caída de la fertilidad, un gran número de personas mayores tienen pocos nietos o ninguno. Y se observa también que los hijos únicos -muy frecuentes ahora- suelen tener a su vez un solo hijo. En opinión de algunos estudiosos, esta escasez de nietos puede tener efectos educativos perjudiciales, al provocar en los abuelos demasiada competencia por el afecto y la atención de los niños.
El problema se complica con el divorcio o la separación. Cuando los padres se separan, los niños pierden dos abuelos, generalmente paternos, ya que suele ser la madre la que se queda con los hijos. Para la madre divorciada, la ruptura con el marido lleva naturalmente a cortar la relación con los suegros, como parte de su deseo de enterrar los antiguos vínculos. Así, es frecuente que la madre impida que los padres del ex marido visiten a sus nietos. Lo que resulta doloroso para los abuelos paternos y para los niños, que siguen ligados con lazos de sangre y se siguen queriendo.
Los abuelos maternos están en otro caso. Muchas veces han de llenar el vacío creado por la desaparición del padre al producirse el divorcio. Cuando unos abuelos ejercen las funciones que normalmente corresponden al padre, se crea una situación ambigua. Para el niño, los abuelos son objeto de cariño particular y están investidos de una autoridad distinta de la del padre. Si se mezclan los papeles, el niño parece tener unos abuelos demasiado enérgicos o unos "padres" excesivamente blandos.
Vivir en las afueras
Ahora es más difícil que los abuelos vivan cerca de sus nietos. Las distancias hacen que la familia nuclear lleve una vida separada de los demás parientes. A menudo los abuelos están tan lejos que no pueden visitar a los nietos de forma más o menos regular. Las visitas periódicas no son suficientes para que los abuelos lleguen a formar parte de la vida diaria de la familia, por lo que se convierten en algo parecido a los actos sociales, como las reuniones con los amigos.
Los abuelos tienen la posibilidad de llenar los últimos años de su vida con una tarea muy útil y satisfactoria: dedicarse a sus hijos y nietos. Por eso, los padres deberían tener en cuenta el factor de la proximidad de los abuelos a la hora de fijar su residencia. Conviene también "apagar más a menudo la televisión y el video para que los nietos puedan escuchar historias narradas por los abuelos". Hay que hacer un sitio a los abuelos en los planes familiares, para que compartan con los nietos las vacaciones, los días de fiesta y planes familiares.
Hoy los abuelos son más necesarios que nunca. Su ayuda puede ser especialmente valiosa para los matrimonios jóvenes que necesitan dos sueldos. Pero los abuelos son mucho más que una buena guardería: son un eficaz complemento de la tarea educativa de los padres, ya que la asignatura que imparte el abuelo no se enseña en ningún otro sitio.
Los abuelos juegan un papel fundamental como sostén de las familias
Más del 50% de los abuelos cuidan de sus nietos a diario
El 22% pasa más de siete hora al día con ellos
La dedicación familiar de los abuelos contribuye de forma decisiva en tiempos de crisis. Afrontan el sostenimiento monetario y educan a los nietos. Para muchos el cuidado de los niños es una obligación. Y reciben el calor, el cariño y la compañía de sus nietos a los que crían mientras sus padres trabajan.
No sólo ayudan al cuidado de los nietos cuando sus padres están trabajando, también ayudan económicamente a sus familias.
Ocho de cada diez españoles considera que, sin la ayuda de muchos abuelos y abuelas, no podría sostenerse el actual modelo social.
La excesiva responsabilidad les puede hacer vivir un sentimiento entre la felicidad y el agobio
Los abuelos y abuelas se sienten divididos entre el disfrute que les produce poder pasar tiempo con sus nietos y la excesiva responsabilidad que exige su cuidado y educación.
Además, temen que tras cuidar hijos y nietos durante su vida "nadie se preocupe de cuidarlos a ellos" si lo necesitan.
Las nuevas exigencias en las familias con más dificultades económicas, hace que la teoría clásica del cuidado de los nietos, que indica que los padres educan y los abuelos 'malcrían, haya tenido que revisarse. De este modo, los abuelos asumen, en muchos casos, un nuevo rol en la educación convirtiéndose en inevitable "colchón" en estas familias con dificultades para contratar guarderías o canguros para los hijos.
Así, ante el nuevo rol, el disfrute de la educación puede "agobiar o abrumar" a los abuelos por la sensación que se produce de "una vida hipotecada" y, sobre todo, por la falta de certeza de saber qué piden los hijos cuando dejan a los nietos con sus abuelos: "Dejan a los hijos a su cuidado pero, generalmente, no piden que se eduquen de una u otra forma, por lo que los abuelos no saben a qué atenerse". Esto hace que los abuelos no sepan si aplicar sus propios criterios educativos, los de los padres o consensuarlos.
Por ello, con el objetivo de evitar la sensación de agobio que se produce en muchos abuelos encargados de la educación de los hijos, hay que defender la "necesidad de reivindicar lo propio", como el derecho a contactar con los nietos por disfrute y no sólo para su cuidado, y la "necesidad de marcar límites", salvando tiempo propio para realizar otras actividades y ayudando a cuidar los nietos para que los hijos "vivan", pero no "para que vivan mejor".
Suscribirse a:
Entradas (Atom)