miércoles, 30 de abril de 2014

NO QUEREMOS SER MAMÁS PERFECTAS

NO QUEREMOS SER MAMÁS PERFECTAS
Las mamás de hoy en día ya no quieren ser perfectas y no quieren demostrar que pueden con todo. Quieren lo mejor para sus hijos, pero sin renunciar a la realidad del día a día: porque las mamás también cometen fallos, se olvidan de cosas y viven anécdotas muy divertidas, porque no son “superwoman”.
“La sociedad ha cambiado. Las madres trabajamos, tenemos inquietudes, ganas de cambiar el mundo... Y es un absurdo luchar por mantener también aquello que nuestras madres hacían: las mejores croquetas, bordar las mantitas y llevarnos la merienda al cole. Hay que reconocer que no llegamos a todo, así nos iría mejor, nos respetarían más y quizás ganaríamos mucho a nivel laboral", afirma Laura Baena del Club de Malasmadres. La filosofía de vida de las madres ha cambiado, ahora tienen intereses y objetivos propios y planes donde no siempre tienen hueco sus hijos. Pero no por eso son unas “malas madres”. Hasta ahora la sociedad etiquetaba a las madres según su manera de criar a los hijos, pero la realidad es que además de madres somos mujeres y también nos gusta tener nuestros momentos y nuestros planes sin niños.
Las cuestiones familiares generan más estrés en las mamás trabajadoras que en los papás
Aunque las mamás y papás que trabajan tienen casi el mismo tiempo y las mismas probabilidades de pensar en los asuntos familiares a lo largo del día, este tipo de trabajo mental está asociado con un aumento del estrés y las emociones negativas sólo en el caso de las madres, según concluye el estudio presentado en la 108ª reunión anual de la Asociación Americana de Sociología, celebrado en Nueva York.
Hay una frase que se repite en la historia y es que “los hijos son de las madres”.
Por lo general, las madres tienen la responsabilidad principal del cuidado de los niños y la vida familiar. Cuando piensan en los asuntos de familia, nos topamos con la conciliación laboral y en situaciones de conflicto como el tener que ir a recoger al niño de la guardería o tener que programar una cita con el pediatra, por lo que son más propensas a estar preocupadas.
Mucho se ha escrito acerca del reparto de las tareas domésticas y el cuidado de los niños, pero la inmensa mayoría de los estudios reflejan que tanto los papás como las mamás invierten alrededor del 30 por ciento del tiempo de su trabajo intelectual en pensar sobre los asuntos de familia..
Pensar en las cuestiones familiares afectó negativamente en el bienestar de las madres, pero no de los padres. Las expectativas sociales empujan a las madres a asumir el papel de administradoras del hogar y llevarlas a abordar de manera desproporcionada los aspectos menos agradables del cuidado de la familia.
9 pasos para ser una madre moderna y trabajadora
Si hace 40 años ser madre era todo un trabajo, hoy las mamás trabajan y el esfuerzo es el doble. La mujer debe equilibrar su vida para convertirse en una buena mamá y esposa.
1. El que mucho abarca poco aprieta y si te pones a hacer varias cosas al mismo tiempo, terminarás haciéndolas todas a medias. Así que olvídalo y dedícate a una. Termina todo el trabajo que tengas pendiente y luego llama a casa para saber de los niños. Sino gastarás el doble de energía en tratar de retomar la tarea dejada a medias y estarás desconcentrada en la segunda.
2. Reserva al menos media hora sólo para ti, en la que puedas dedicarte a hacer lo que te gusta, te relaja o al menos te descansa.
3. Cada dos semanas sal con tu pareja en plan romántico.
4. Si conduces escucha música tranquila, que no te acelere, sino que te ayude a tomar las cosas con más calma. Además, si vas con los niños, esa música los tranquilizará a ellos también.
5. Si llegas a casa y resulta no estar tan limpia y ordenada como solía estarlo, pues olvídalo. Es irrelevante. No te vuelvas loca limpiando, mejor déjalo para cuando tengas más energía y aprovecha la que te queda en disfrutarla con tus hijos. Es mucho más gratificante.
6. Una madre moderna necesita hijos modernos y esto es: que cada uno haga su cama, que ayuden con los quehaceres domésticos y que sean responsables en sus tareas escolares. Explícales que esto te ayudaría a estar más tiempo con ellos jugando en vez de estar persiguiéndolos porque no hicieron los deberes.
7.  El saber cómo son tus hijos, lo que les gusta, sienten y viven, te ayudará a tener mayor cercanía con ellos.
8.  Debes saber en qué flaqueas, pero no obsesionarte con ser perfecta. Basta con que trates de mejorar y ser más humana. Esto es, dejar atrás las culpas, esas que la mayoría de las mujeres tienen una vez que salen a trabajar.
9. Visita a tu familia, mamá, hermanos, tíos, habla con ellos de tus cosas, siempre tendrán un buen consejo para ti.





 
 


miércoles, 2 de abril de 2014

DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL


EL MEJOR REGALO PARA UN NIÑO ES UN CUENTO

El 2 de abril se ha declarado como el Día Mundial del Libro Infantil y Juvenil con el fin de promover y fomentar en los niños la lectura de obras literarias, para sus respectivas edades y conseguir que lleguen a tener afición por la lectura.
Es un día en el que se crean diversas iniciativas para generar hábitos de lectura sobre todo en los niños y en los jóvenes.
La Organización Internacional para el libro juvenil, en 1967, escogió el 2 de abril por ser la fecha de nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen (1805), autor de varias decenas de cuentos de hadas. Andersen escribió más de 150 cuentos infantiles, siendo uno de los más grandes autores de la literatura mundial.
Entre los cuentos más conocidos y que permanecen en el recuerdo de varias generaciones están: El patito feo, El traje nuevo del emperador, La reina de las nieves, Las zapatillas rojas, El soldadito de plomo, La sirenita y El ruiseñor.
En España, son numerosas las actividades que se celebran en centros escolares, bibliotecas y librerías.
La aventura de leer
Hay todo un mundo por explorar. Solamente se necesita un poco de imaginación y un libro.
Los padres somos los primeros maestros de los niños, por eso es importante que les mostremos lo divertido que es leer. Jugar, cantar, charlar y hacer lectura en voz alta, son actividades excelentes para ayudar a los niños a asociar las palabras que escuchan con lo que ven y convertirlos así en buenos lectores.
Conversar con nuestros hijos es uno de los recursos más importantes para prepararlos para la lectura. Aprenderán palabras nuevas y les ayudará a comunicarse con los demás. Debemos emplear palabras de adulto y evitar hablar como bebés. Por ejemplo, decir “dormir” en vez de “mimír”"; Hacer preguntas que requieren respuestas largas, por ejemplo, “¿Por qué piensas que ocurrió eso?”; Tenemos que escucharlos con paciencia. Al permitirles expresar sus pensamientos, los niños tendrán confianza y podrán mejorar su capacidad de expresión.
¿Cómo ayudar a que los niños disfruten con la lectura?
Para los niños, abrir un libro es abrir también una puerta al mundo. Los hace curiosos, les da ánimo para aprender y les facilita el éxito escolar. Y lo mejor de todo, es que se divierten juntos en familia.
Estas son algunas ideas para atraer la atención de los niños hacia los libros y ayudarles a desarrollar sus habilidades, las cuales les crearán el buen hábito de lectura.
•  Mezclar momentos. Por ejemplo, combinar la hora de bañarse con la lectura.
• Leer diariamente en voz alta con los niños. Siempre a la misma hora y dejar que sus niños escojan el libro.
• Animar a los hermanos mayores que lean a los menores. De esta manera los menores aspirarán a leer como los mayores.
• Dejar que los niños nos vean leyendo. Así les mostramos que valoramos la lectura y que la disfrutamos.
• Tener siempre en casa libros, revistas y periódicos.
• Visitar juntos bibliotecas.
• Escoger libros sobre temas que les interesan a los niños.
• Practicar con ellos rimas, poemas y canciones, las cuales son fáciles de recordar.
• Contarles historias de nuestra niñez y de la familia.
Investigaciones académicas demuestran que leer en voz alta es la mejor manera de preparar a los niños para que sean buenos lectores y estudiantes. El tiempo que dedicamos a leer con ellos es, además, una oportunidad para acercarnos más a nuestros hijos.
•  Leer lentamente y con emoción, usando voces distintas para cada personaje.
• Señalar las palabras con un dedo. El niño se dará cuenta de que las palabras se leen de izquierda a derecha.
• Dejar que los niños repitan los nombres de los objetos, colores y personajes que vean en el libro.
En definitiva, divertirse juntos y así les gustarán más los libros.
¿Cómo elegir el libro adecuado?
Los libros ideales para los más peques son aquellos que contienen:
• Imágenes y fotos que muestran con claridad objetos llamativos que tengan muchos colores.
• Tramas simples y divertidas. La acción debe desarrollarse rápidamente para que cada libro se pueda leer en una sesión.
• Rimas animadas y repetición de frases o palabras que los niños puedan decir o aprender de memoria.
• Historias con situaciones de la vida cotidiana: temores, retos, acontecimientos…
• Cuentos que repasan conceptos básicos como letras, números, formas y colores.
• Protagonistas de la edad o un poco mayores que el niño.
• Animales graciosos también les cautivarán  su atención.