La naturaleza es sabia y nos ofrece muchas alternativas terapeúticas. Sólo hay que saber buscar entre las flores.
La terapia floral es la aplicación sobre los seres vivos y con fines terapéuticos de las esencias de flores silvestres.
Las esencias florales en general, constituyen la más significativa herramienta terapéutica disponible hoy en día, para armonizar y sanar los grandes conflictos emocionales, mentales o espirituales, que están en el origen de la gran mayoría de las enfermedades.
A partir del año 1976 la Organización Mundial de la Salud reconoció la validez de la terapia floral, como una efectiva forma de medicina alternativa, y la recomienda por su facilidad de uso, inocuidad y bajo costo.
Esta terapia nos ayuda a recuperar los equilibrios de nuestros diversos sistemas, anímicos y fisiológicos, despertando así las capacidades auto curativas de nuestro organismo, armonizándolo y reequilibrándolo.
A pesar de haber indicios del uso de las esencias florales en distintos momentos de nuestra historia pasada, fue sólo a comienzos del siglo pasado en que un connotado investigador inglés, el Doctor Edward Bach(1886-1936), inmunólogo y homeópata, desarrolla la meritoria labor de redescubrir y transmitirnos el conocimiento de la capacidad terapéutica de este sistema. Él consigue elaborar 38 esencias florales (conocidas como Las Esencias Florales de Bach) y articular un método de trabajo con las flores, utilizable incluso por el no iniciado en los usos médicos.
Esta extraordinaria contribución del Dr. Bach ha posibilitado redescubrir y aprovechar la riqueza energética y curativa del reino vegetal, además de dar vigencia a uno de los postulados hipocráticos fundamentales: "No existen las enfermedades sino los enfermos".
Las Esencias Florales del Mediterráneo surgieron en los años noventa como una alternativa nueva en el mundo de la terapéutica floral. Fueron creadas a partir de la inspiración del investigador, naturópata y geobiólogo español, Pedro López Clemente, y la mayoría de ellas fueron obtenidas de flores típicas de la cuenca mediterránea en Europa.
Cuando uno fija su atención en una flor, por simple o cotidiana que parezca, descubre su singularidad, su colorido y su música. Pero sólo cuando conocemos un poco más de cada una de ellas, podemos ser capaces de admirarlas como se merecen y valorar su riqueza.
Para Belén Dorado, licenciada en Biología y Licenciada en Biología Molecular y Genética , escribir el libro “Entre Flores” es un homenaje a estas preciosidades de la naturaleza y estandartes de vida. 24 flores elegidas por ella y de las que conoceremos su procedencia, dónde crecen en la naturaleza, cómo fueron descubiertas y como han viajado desde su lugar de origen al resto del mundo hasta hacerse omnipresentes.
Sin embargo, debido a sus estudios de homeopatía y fitoterapia, Belén siente predilección por sus usos terapéuticos. Estos son algunos de ellos:
- La Amapola: Sirve para calmar los espasmos o desórdenes nerviosos como el dolor menstrual y de estómago. Se usa también contra el insomnio y como analgésico.
- La Camelia: El aceite de Camelia es ideal para el tratamiento de pieles sensibles e irritadas, pieles grasas o con acné.
- La Hortensia: De la raíz de las Hortensias silvestres se obtiene la hidrangina, una sustancia con propiedades diaforéticas ( que inducen sudoración) y diuréticas.
- La Petunia: La esencia de flores de Petunia se usa para las dificultades del habla, como el tartamudeo o la logorrea, para la falta de concentración y la dispersión.
- La Violeta: Se usa en afecciones respiratorias, bronquitis, catarros, tos ferina, laringitis y asma.
Estos son sólo algunos ejemplos de los usos terapéuticos que podemos encontrar en Entre Flores.
Entre Flores no es sólo un libro de flores bellas, es además biología, historia, poesía, ciencia y cultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario